El mundo es esclavo de lo que calla.

viernes, 14 de enero de 2011

El viaje.

Que momento especial. Me trae sentimientos que se me vuelven imposibles escribir. Tanta ansiedad, tanta incertidumbre y ese amor incondicional que aparece en la víspera del dia 'D'.
Las despedidas, abrazos, palabras, recuerdos. Y también las que nunca son; las que faltan...los que faltan.
Y nosotros, los que nos vamos rellenos de emoción, con el alma lista para cambiar de aire. Me hace tan feliz vivir así..con destino errante, y que mi casa sea la próxima ciudad. Soltarse de ese aire de rutina, dejar a Buenos Aires querida. Sí, dejarla pero un momento nada más; porque siempre hay que volver. Regresar al cafecito en la cocina, a los atardeceres en el techo, a los paseos por el río.
Pero despúes, todo eso viene después a la vuelta. Ahora estamos en posición de partida. No cabe en el cuerpo tanta alegría. Repaso en mi cabeza la lista de cosas, todo listo (o eso creo, siempre olvido algo). Miro la valija ahí paradita esperando girar sus ruedas en calles ajenas. Ya abrí la cabeza, ya estoy lista para todo eso. Que venga, lo estoy esperando.
El insomnio loco no me va a dejar dormir...Me despido de la reina del plata, de sus calles y sus horas. Ya me estarás esperando con un mate y un tanguito. Hasta siempre...


Uruguay, preparate que allá voy.