Siempre igual. ¿Qué me hizo pensar que algo cambiaba? Todo tan ficticio y hermoso como siempre. Tu piel, tu silencio, tus fugas, la luz del sol flameando en el cuarto. Una nube repentina nos daba diez minutos de noche para regresar, volver a lo que fuimos esa vez. A lo poco que somos.
Te quiero, de la forma mas rara y fuerte que puedo. Te vi dormir y pensé, en lo poco era yo, ahí al lado tuyo regalando el corazón. No quiero jugar sólo cuando vos me digas, no quiero un empate.
Y volví, como todas las veces. Y te olvidarás de mi por un tiempo, hasta que me necesites y me busques. Y yo vuelva a pensar que no puedo perder la oportunidad.
¿Tiempo de sanar?
El mundo es esclavo de lo que calla.
martes, 25 de septiembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
Levita
La soledad es ese nudo en la garganta, es ese eterno letargo, ese campo inmenso, hermoso y funesto.
Son flores marchitas, aire plomizo, cabezas perdidas. Y en la soledad más profunda, peleada hasta conmigo, veo mil caras desfilando en frente mio. La soledad tiene cara de consuelo, de aprendizaje profundo y sincero. Todos vuelven al recuerdo pero ya no existe nadie, nunca están, nunca ayudan. ¿Que tiene de difícil? ¿Será que estamos tan poco acostumbrados? Empiezo a pensar que es el estado menos natural del ser humano. Que reencontrarse con uno mismo, ésa verdadera soledad, sea quizá el acto más aterrador sobre esta tierra.
Son flores marchitas, aire plomizo, cabezas perdidas. Y en la soledad más profunda, peleada hasta conmigo, veo mil caras desfilando en frente mio. La soledad tiene cara de consuelo, de aprendizaje profundo y sincero. Todos vuelven al recuerdo pero ya no existe nadie, nunca están, nunca ayudan. ¿Que tiene de difícil? ¿Será que estamos tan poco acostumbrados? Empiezo a pensar que es el estado menos natural del ser humano. Que reencontrarse con uno mismo, ésa verdadera soledad, sea quizá el acto más aterrador sobre esta tierra.
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