El mundo es esclavo de lo que calla.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Excepciones.

Sí, fue distinto. Me tomó por sorpresa nuestra forma de actuar. Creo que ninguno de los dos sabía bien como venía la cosa y por lo menos yo, tenía la incertidumbre mas encendida que nunca..Fue totalmente cómoda la situación. Sentí que te conocía desde tiempos anteriores. Y pese a mi extremada verguenza encontré la forma de decir y escuchar lo justo y necesario. Confirmaste mi teoría de la amistad y fue ocasión para reconocerme en mis bajezas. Me quedé tranquila sabiendo que no todas esas relaciones van por el mismo camino, y que por lo tanto no todas terminan igual. Gracias por dejarme conocer la amistad improvisada. Esa que está llena de interés y de conversaciones. Esa que le falta todavía mucho más, pero que tiene alma de proa y va para adelante.
Y por algo nos cruzó la vida ¿no? Bienvenido a mi mundo, abiertas están las puertas para vos.

Fin

Día treinta. Otro año que se va corriendo. Sin que lo viera se me escurrió entre las manos como el agua. Pero deteniéndome a pensar, me dejó infinitas cosas. Mi primer y último 2010, el único. 
Una tarde en la playa, una bandita desconocida, un curso nuevo, un par de amistades, algo de amor diferente, unas noches de locura donde me volé la cabeza, una fiesta, algunas tardes en mi techo, un par de campamentos, mis desilusiones, unas despedidas. Miles de abrazos, meriendas y cafés. Partidos de truco, películas, caricias. Lágrimas de a montones, cartas, y más despedidas. Una muerte, un adiós. Un sueño encendido, alguna que otra llama revivida. Varios sin sentidos, mentiras, discusiones. Nuevos vicios y vínculos también. El conservatorio, los paseos en bici. El alma creciendo con la música.
Y eso no es nada. Porque no existe expresión capaz de transmitir todo un año de sensaciones. ¿Perdí o gané? Sólo me alcanza para decir que viví. Me sentí mas viva que nunca, respire del aire de la libertad.
No sé si fue mejor que otros..es incomparable. Pero sé que lo exploté al máximo y que aprendí. Que crecí y maduré. Que lo aproveché y que ahora puede irse en paz sabiendo que me dejó todo lo que esperé y mucho más. Cerremos esta puerta, dejemos este 2010 en la memoria.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Hoy, con vos.

No puedo evitarlo. Necesito hacerte sentir bien, sin tener en cuenta lo nocivo que se vuelve con el tiempo. Mi compromiso, inexistente contrasta demasiado con el tuyo. Entonces entro en un pozo de mentiras donde cada vez nos hundimos más. Estamos, en algún punto, esperando el choque contra el suelo pero parece que no llega ; y eso al mismo tiempo nos hace sentir que va a ser un golpe duro.
No hay culpables, sólo engaños y amores. Sólo deseo y locura que, cuando se juntan, ponen el mundo al revés.
¿Que va a ser de los dos cuando todo termine? Pensar que nuestras bocas no se van a hablar más me rompe el alma. ¿Cual es la necesidad de perder lo que nos hace bien?
Odio los finales porque acarrean nuevos comienzos y me asustan. Pensar en otros diferentes a vos, me aterra. Entablar lazos tan fuertes y perdurables como los nuestros... ¿Para qué? si sabemos que alguna tarde se rompen.
Pero ahora que nos tenemos, quereme. Cuidame ahora que somos unidos y disfrutá lo que construímos poco a poco. 
Porque yo te quiero, te cuido y te disfruto.

Siguiente

Tengo miedo de ser tan transparente,
 de que vean lo que soy
 y que no alcance.

 Me intimidan las palabras de la gente
lo que digan sobre mí
y lo que callen.

Insegura hasta de mis amistades
me extravío en las mentiras
me refugio en las verdades.

Busco en vano un poquito de cordura
mas encuentro sólo cosas
que confirman mi locura.

Y en el curso de esta vida bifurcada
de todo lo que tenía
siento que no queda nada.

martes, 14 de diciembre de 2010

|nstinto

La garganta ardiente de furia y ese grito contenido en la esquina de aquel barrio, que mas tarde se hará lágrima y puñal. Las malas palabras en boca de nadie, pero en el corazón los sentimientos mas bajos.
Su mirada colérica traspasaba las calles, los edificios, la gente, y llegaba hacia ese momento en que ella se sintió desvalorizada. Y entonces actuó instintivamente; A fin de cuentas somos animales...y allá estaba como una leona que se ve amenazada y ataca. Sólo que nadie esperaba que ella ataque. Entró a la casa poseída por una fuerza sanguinaria y vió ante sus ojos a ese hombre. Venganza, sólo eso.
Ya no era ella misma. Se lanzó sobre su presa y trató de despedazarlo con sus garras. Le hundió sus dientes en el estómago hasta sentir que el cuerpo no oponía ninguna resistencia; Hasta sentir que ella estaba a salvo.
Huyó.

No paso mucho tiempo hasta que fue descubierta. Sus ropas ensangrentadas y su actitud nerviosa decían demasiado. Así fue procesada y llegó un 23 de mayo al penal de mujeres N° 31, Ezeiza.  donde vive hace 6 años.

martes, 7 de diciembre de 2010

Bipolar

Femme
Sentí la verguenza en su máxima expresión, y sentí la sangre acumulada en mis mejillas. Los nervios de punta, sensibles y quietos; y lo que algunos suelen llamar (creo) mariposas en el estómago. Aunque para mí la sensación se asemejaba más a un escalofrío interno horroroso. 
Y vi tu cara radiante allá lejos. No dude ni una milésima de segundo, que se debía a tu imponente presencia el hecho de que yo perdiera todos los bocetos que sostenía en mi mano derecha.
Volví a mí, y con un típico gesto desesperado junté una a una las hojas amarillentas. Vos me veías de lejos, seguramente te reías para tus adentros, a pesar de que yo no levantaba la cabeza pude sentir el peso de tu mirada encima mio. Nuestros ojos se juntaron un segundo y yo aparté mi cara y di media vuelta, atrapada en una bruma de estupefacción. Cerré así mi ridículo acto de circo que vos encontraste divertido, o vulgar.
Me alejé, grabando el momento en mi memoria y repitiéndolo una y otra vez. Formulando hipótesis inconclusas en el camino de vuelta a casa. Meditando sobre tu reacción, tus ojos, tu forma..Nada de esperanza para mí. 




Homme
Te ví  en el otro extremo del parque, y lentamente me acerqué. Quería hablarte, no sabía como... En ese momento percibí tu disgusto; tal vez porque me habías visto, o tal vez porque de a uno se te volaban los papeles que sostenías en tu mano. Entonces entendí que no era oportuno acercarse. Y me conformé con seguir contemplándote, con tu vestido azul ceñido y fresco. Me lanzaste una mirada furtiva y me percaté de mi falta de disimulación. Levantaste todas tus páginas y me diste el último vistazo y bruscamente te diste vuelta y te fuiste, anulando mi única esperanza... Y ahí me quedé, pensando en como eras, en tu carácter frío, deseando mirarte otra vez.