El mundo es esclavo de lo que calla.

viernes, 30 de octubre de 2009

Voy a estar

Puedo parecer fuerte, vos sabés que no lo soy. Dicen que lo que no te mata, te fortalece pero tu indiferencia asesinó de a poco el amor que te tenía dejando fuera de lugar a cualquier demostración de fortaleza o algo similar. Y aunque la esperanza sigue en pie y se me acuse de fatalista, acepto que no es mas que una forma de arraigarme a vos. Si todo fuera fácil, y te olvidara apenas sale el sol, entonces nuestra historia ya se hubiera terminado. Pero en cambio, ahora sigue, yo soy capaz de mantenerla viva alimentándola con el recuerdo. Puede sonar enfermizo, de hecho apostaría a que es así. Pero ¿Que sería del amor sin locura? Son conceptos inseparables, homogéneos y complementarios como el agua y la sed.
Me arriesgo a confesar que no me gusta "superar" las cosas. Ese concepto me suena a transitarlas pero con dificultad, y no es lo que tengo en mente. Lamento decepcionarte si pensabas que ya te había olvidado.
Cuando quieras, acá voy a estar. Para vos voy a estar siempre, ahora ya sabés que la historia no termina.

domingo, 25 de octubre de 2009

Tal vez sea como el mar.

Perseguir los sueños...Significa menterse en una carrera interminable, llena de ambiciones que crecen desmensuradamente. Es correr y no llegar jamás a la meta, estar en último lugar y seguir peleando; Porque nos creemos fuertes, nos creemos grandes. Pero la realidad nos supera, y hay pequeños momento en la vida donde podemos al fin darnos cuenta que somos insignificantes.
Dicen que vale la pena, nunca voy a saber si es verdad porque hoy eligo frenar acá. Ya basta de correr, de aparentar voluntad donde no la hay. Hoy la hipocresía inunda nuestras mentes y nos dejamos dominar. Ya basta de fingir y de tirar, que sólo vamos para atras ¿No se dan cuenta? No intentemos mas chocar contra la vida, porque asi de fácil como parece ganar, quedás fuera de partida y ¿Que te queda después de eso? Un vacío y añoranza de victoria.
Y no sé cuantas veces me voy a poder levantar, asique prefiro ya no caer. Algunos son fuertes para pelear, otros no podemos..
Pero tal vez sea yo como el mar que a veces es calmo y otras es tempestuoso..Y hoy decida calmarme un tiempo. O como algun tonto, que por miedo a perder va a dejar de jugar.

miércoles, 21 de octubre de 2009

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Ella era muy sentimental y extrovertida. Él (para confirmar la teoría de que los opuestos se atraen) era frío y algo tímido. Se encontraban hablando de la vida, como tantas otras veces; Ella le explicaba la importancia de cantar, de pintar y de escribir. Él en cambio, opinaba que cantar no significaba nada, decía que pintar era para mediocres y creía que escribir sólo llenaba hojas con palabras inútiles u ocupaba el tiempo de personas que no tienen nada interesante para hacer.
Discutían sobre esto un día hábil de algún mes frío. Serían aproximadamente las cuatro, había una calma especial. Como si la ciudad estuviera sumergida en una siesta interminable. Y ellos seguían hablando.
Con sus diecisiete años encima ella apuntaba a la expresión libre, al arte en todas sus formas...En cambio él era la perfecta unión entre las palabras aburrido, insípido y formal. Pero era muy curioso.Quería saber qué pensamientos abundaban la mente de esa mujer tan peculiar. Necesitaba conocer su forma de ver la vida. Era por eso que hace seis meses estaban juntos.
Existía entre ellos una fuerza de atracción tal que parecían dos imanes, de polos opuestos que apesar de todo no pueden separarse.
Ella se llamaba Aika (que significa canción de amor) y era tan exótica como su nombre. Alta, con cabellos castaños que dejaban entrever algunos reflejos rojizos. Sus ojos verdes cargaban una mirada expresiva e hipnotizante.
Él respondía al nombre de Emir y su delgadez era tan ínfima como el coloreado de sus mejillas. Su piel inescrutable y pálida cubría unos músculos que no sabían sonreír. El pelo negro descansaba sobre la frente y sus profundos ojos azules acentuaban su frialdad, de noche de invierno, de mar y tormenta.
Aika conservaba la esperanza de que algún día lograrían entenderse y así transcurrian sus días, entre desacuerdos y pensamientos opuestos.
Ella intrigada le preguntó cual era entonces su forma de expresarse si no cantaba, ni pntaba ni escribía; Emir meditó durante un minuto la pregunta, y respondió : Yo me expreso con el silencio, sólo el que me entienda sin que diga nada se merece escuchar mis palabras.
Aika se quedó inmóvil y muda. "¿Eso significa que no merezco escuchar las cosas que tenes para decir? Que egoísta, negarle al mundo tu opinión".
Pero en verdad, Emir no sabía qué tenía para decir, y por tonto que parezca carecía de opinión. Claro, se escondía bajo la postura de un hombre frío y calculador, pero en el centro de su alma, estaba vacío y él lo sabía muy bien.
Bastaron dos semanas hasta que Emir le contara a Aika su problema, en búsqueda deseperada de una solución y ella que conocía sobre formas de expresión le pidió que por una vez en su vida intentara cantar, pintar y escribir. Al principio se sintió tan incómodo que tuvo que replantearse si la situación ameritaba tanto esfuerzo, y una vez mas, se dió cuenta que sí. No era bueno cantando, y pintando mucho menos. Pero escribía de tal forma que podía hacer que las flores odien al sol, y que la música ame al silencio. Eran sus palabras capaces de mover cielo y tierra y de desentrañar las historias mas profundas de oscuros corazones.
Y fueron felices juntos, por un tiempo. Y llegaron a parecerse tanto que se cansaron el uno del otro. Y fue años después que Aika comprendió cuanto lo había influído. Y el insoportable parecido de sus mentes se hacía cada vez más evidente. Entonces ella se arrepintió, y odió de manera inexplicable el día en que cambió drásticamente la vida de Emir.

martes, 20 de octubre de 2009

Con alas de oro no se puede volar

Si para recobrar lo recobrado,
fue necesario perder lo perdido...

Si para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado...

Si para estar ahora enamorado,
fue mi menester haber estado herido...

Tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado,
que no se goza bien de lo gozado,
sino después de haberlo padecido.

Porque despues de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

martes, 13 de octubre de 2009

Sonrisa y adios.

Era un 20 de diciembre de algún año. Cuando entré en la habitación ella se encontraba recostada mirando el techo. Sus ochenta y seis años la habían acompañado bien, pero ya empezaban a notarse fuertemente. La saludé y me senté a su lado; Me dedicó una de esas sonrisas tiernas, tenía las arrugas de felicidad marcadas en su cara.
Me preguntó como me sentía, como me iba en mis estudios, como estaba la familia...Repitió esas mismas tres preguntas alternándolas durante quince minutos. A todas yo respondí tranquilamente como si fuera la primera vez que me lo preguntara. La quería demasiado. El día anterior me habían dado la triste noticia de que su salud no era la mejor. Tenía complicaciones y problemas que no podían remediar, y su frágil cuerpo no podría soportar ya una intervención quirúrgica. Esto significaba que dentro de poco diría adiós.
Por más duro que sea, esta realidad siempre llega en algún momento. Pero para mí era muy lejana, no entraba en mi cabeza la idea de que algún día ella no abriera más sus dulces ojos.
Agarré su mano fuertemente, le pregunté como se sentía y respondió: -"Yo estoy muy bien. Doy gracias a dios por haberme levantado hoy. Te extrañaba mucho, que suerte que viniste".
Mi corazón latía fuerte, y al mirarla recordaba aquellos días que pasaba en su casa, contemplándola tejer o cocinar; Podía refrescar en mi memoria las veces que me había cuidado con todo su amor de abuela.
-"Voy a venir mas seguido a visitarte, ahora que son vacaciones." le dije. Pero me respondió: -" Ya no me quedan muchos días mas, eso lo dijo el doctor y eso creen todos."
-"Vos vas a vivir mucho más; Vas a vivir todo el tiempo que quieras y nadie puede decirte cuando morir" Le dije, un poco disgustada.
-"No querida; Yo antes vivía, ahora ya estoy a un paso del cielo".

Mi corazón se detuvo y los ojos se me inundaron de lágrimas.
-" No llores, asi es la vida. Viví muchos años y muy feliz, ahora es tiempo de partir. Reza por mi, cuidate y no te olvides que te quiero mucho."
Y sus ojos se cerraron para siempre. La últimas horas de su larga vida las había compartido conmigo, y ahora ya no volvería mas.

Al día siguiente desperté entristecida; mi corazón latia muy lento, estaba de luto. El sol brillaba, empezaba el verano y la primavera se había desvanecido.

jueves, 8 de octubre de 2009

Fin de la muerte, primavera.

La muerte, la primavera, se van pero en algún momento necesitan volver, acercarse y empezar nuevamente con su ciclo, interminable...Que suerte por ellas! Nosotros en cambio, estamos destinados irremediablemente a morir y desaparecer, a borrarnos como nada de la historia; A decir "Adiós" y no " Hasta pronto". Pero lo importante consiste en dejar algo, un legado trascendental que perdure por los siglos de los siglos.
En cambio ellas..Ellas pueden irse con la certeza de que en tan sólo el transcurso de un año volverán. Pueden partir tranquilas porque saben que las estamos esperando. Y ambas nos llenan de tristeza, porque se llevan algo nuestro prendido en sus vestidos; Nos roban una parte de nosotros que jamás va a volver. Pero también, nos llenan de alegría y nos acercan a otra realidad, a un lugar desconocido donde poder equivocarse y aprender; Llorar y crecer.
Cuando ellas se van, llega el tiempo oscuro, verano. El luto y el vacío prolongado pintan de grises al sol radiante. Un silencio insoportable envuelve el ambiente y el calor seco sofoca las almas que caminan por las calles. Parece una fiesta. Tan antagónico como la fiesta de la muerte. Una fiesta cuya música es el silencio. Y todo esto porque la primavera y la muerte se van.
Injusto parece que nosotros nos vayamos sin tantos festejos. Apenas hay música para nuestra muerte, apenas hay fiestas en nuestra partida...Nada se compara con el majestuoso carnaval que se desprende cuando ellas ya no están. A nosotros sólo nos sigue la nada, el destino incierto de vagar por ahí, una oscuridad en la cual nos perdemos..Dejamos nuestra vida material, dejamos nuestras amistades, los vínculos, dejamos todo; Hasta el cuerpo, que yace sepultado cuatro metros bajo tierra convirtiéndose en el alimento de insectos rastreros. No podemos regresar, como la muerte a buscar lo que nos pertenece, ni como la primavera para llenar el mundo de color. Pero así es; Estamos condenados a morir por toda la eternidad, viendo sólo unas cuantas primaveras y la muerte, en uno de sus tantos viajes vendrá a buscarnos para decir "Hasta nunca".

lunes, 5 de octubre de 2009

La muerte, Primavera.

La primavera es la muerte del nacimiento, es el momento de crecer y de enfrentar. Es el funeral del invierno, donde los vientos mas salvajes se transforman en suaves brisas matutinas. Es el momento en que el sol se abre camino desde muy temprano, y muere tarde en el horizonte oeste. Y entre ese calor placentero aparecen días de lluvias interminables. El agua caída del cielo rompe con la tranquilidad del entorno; Y de a poco va cesando, va tomando la forma de un ritmo acompasado y luego de una canción de cuna, de un susurro..Hasta quedar en la nada. Horas después las aves ya cantan nuevamente su sinfonía. Las plantas vuelven a despertar y los capullos muestran sus pétalos al sol. En los tres meses que se queda en la ciudad recubre todo de verde y colores vistosos, despierta la felicidad e invade con un aroma floral cada rincón. Luego se empieza a alejar, como la muerte se va para volver. Y los pocos restos de sus pasos dejan una suerte de añoranza y melancolía. ¿Quién va a dejarla ir?.
Como todo, lentamente se termina..Por último culmina en un caluroso verano de sol y sequía. En su final, la acompañan algunos días de luto donde el sol no sale, los pájaros no cantan, el agua no se mueve..Ella ya no está. Deberemos de esperar un año más, o tal vez un poco menos para verla regresar en forma de flor, adornada de perfumes y cantos. Deberemos de esperarla, porque tiene que retornar y devolvernos la alegría que robó cuando se fue.