Días llenos de miedo, de incertidumbre. Repletos de violencia y de opresión. Viendo de repente que esa persona que tanto querías desaparece junto con otros diez sólo porque querían un futuro mejor. Y como ellos, miles más que por elegir una vida distinta hoy no tienen un presente.
La armas, los secuestros, las censuras, los asesinatos, los interrogatorios violentos eran moneda corriente en esos tiempos. Medidas desesperadas para controlar a un pueblo indefenso.
Comunicado N° 19, 24/03/76
"Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales."
Iniciativas como esta, millones. A las que había que adaptarse sin quejas. Tiempos donde cualquier pensamiento diferente era considerado subversivo; Canciones, libros, programas y demás medios de comunicación fueron censurados y muchos de sus creadores desaparecieron porque eran considerados "peligrosos". Fueron meses de hacer la vista gorda ya que no había otra salida...
Y la historia no termina ahí. Continúa con los hijos de los desaparecidos, aquellos que nacieron en esos centros clandestinos y fueron criados por familias que les robaron su identidad. Demasiadas personas que hoy están allá afuera desconociendo su verdadera historia. Y las abuelas y madres de plaza de mayo que en su incansable búsqueda nunca bajaron los brazos. Al principio con incertidumbre y miedo, luego con memoria y constancia, pero siempre con dolor. Por eso no podemos olvidar. Por ellos; ni vivos ni muertos, desaparecidos. Esas almas que se perdieron en la historia. Para que esto no vuelva a suceder nunca más. Hoy, debemos recordar. Pedimos juicio y castigo pero por sobre todo memoria. Porque la memoria es lo único que los puede mantener vivos.
No olvidemos 24/03/1976.
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