"Lo esencial es invisible a los ojos :)"

"Lo esencial es invisible a los ojos :) " Había leído esa frase revisando entre mis cosas, viejos comentarios de personas cercanas. Me recordó a ese sabio libro de historias mágicas. Me quedé pensando como quince minutos y era increíble lo que pasaba por mi cabeza."Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial en invisible a los ojos".

Hacía aproximadamente treinta y dos horas que te había visto tu cara, y esa sonrisa infinita; Aunque parezca inverosímil ya te extrañaba (en realidad lo hacía desde que me dí media vuelta y dejé de contemplarte). Mirarte con mis ojos era hermoso, pero verte con los ojos del corazón..Conocer lo que había adentro tuyo y llegar a donde nadie llegó, eso era mas valioso que todo el oro del mundo.

Me perdí en mis pensamientos y comencé a recordar esos días que nos encontrábamos y pasábamos tardes enteras de plaza en plaza, hablando de nuestras vidas.Siempre me encantó escucharte, tenías tanto para decir...Y me volvía completamente loca tu forma de ver el mundo. Sabías exactamente donde estabas parado y a donde querías llegar. Tengo que aceptar que te admiraba un poco.

Ahora estaba recostada en mi cama y la luz crepuscular que entraba por la ventana le daba cierta tranquilidad a la habitación. La casa estaba vacía, y yo también. Por unos minutos me entristecí al pensar que ya no escucharía tus opiniones, y que tampoco me contarías tus cosas.

El estruendoso ruido del teléfono me arrancó de mis pensamientos. Me levanté sobresaltada y fui hasta donde estaba el aparato (odiaba el ruido que hacía, era totalmente estresante). Atendí.

-¿Hola?

-Si, ¿estaría el señor luis?

-Em, no. Equivocado..

-Ah, gracias.

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Colgaron. ¿Eso era todo? ¿Me habían sacado de mis pensamientos para preguntar por alguien que no está? Ya no quería volver a mi cuarto, tenía que hacer algo interesante de mi vida. Me senté en frente de la computadora, la encendí y abrí mis distintas cuentas. Para no romper con lo cotidiano, nada interesante... Sólo una particularidad. Ahí estabas vos, tus fotos, tus palabras. Me detuve un segundo y luego cerré todo. Bajé las escaleras con las llaves en la mano y salí a caminar.

Aunque no me gustaba admitirlo, era bastante impulsiva. Dí vueltas por las calles conocidas, visitando los mismos lugares de siempre.Intentaba ocupar mi cabeza en otra cosa que no fueras vos. Ya cansada de pasear sin rumbo decidí volver a casa. Me detuve en la esquina de la avenida y esperé a que el semáforo me dejara pasar. Había muchísimos autos, hacía frío. No llevaba el reloj ni el celular, pero creí que eran las 8. El viento sacudía de un lado a otro las copas pobres de los escasos árboles, ésos que se encuentran el en medio de las avenidas. Cruce.

Seguí caminando y ya a pocas cuadras de mi casa pude ver a mi amigo parado en la puerta. Para mi sorpresa, había decidido venir a verme después de tantos meses... Tenía una expresión tan cálida que observarlo me hacía sonreír. Lo invité a pasar con toda la emoción de una visita. Comenzamos a hablar. Jamás hubiera imaginado lo que tenía para contarme.