La garganta ardiente de furia y ese grito contenido en la esquina de aquel barrio, que mas tarde se hará lágrima y puñal. Las malas palabras en boca de nadie, pero en el corazón los sentimientos mas bajos.
Su mirada colérica traspasaba las calles, los edificios, la gente, y llegaba hacia ese momento en que ella se sintió desvalorizada. Y entonces actuó instintivamente; A fin de cuentas somos animales...y allá estaba como una leona que se ve amenazada y ataca. Sólo que nadie esperaba que ella ataque. Entró a la casa poseída por una fuerza sanguinaria y vió ante sus ojos a ese hombre. Venganza, sólo eso.
Ya no era ella misma. Se lanzó sobre su presa y trató de despedazarlo con sus garras. Le hundió sus dientes en el estómago hasta sentir que el cuerpo no oponía ninguna resistencia; Hasta sentir que ella estaba a salvo.
Huyó.
No paso mucho tiempo hasta que fue descubierta. Sus ropas ensangrentadas y su actitud nerviosa decían demasiado. Así fue procesada y llegó un 23 de mayo al penal de mujeres N° 31, Ezeiza. donde vive hace 6 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ellos dicen: