No puedo evitarlo. Necesito hacerte sentir bien, sin tener en cuenta lo nocivo que se vuelve con el tiempo. Mi compromiso, inexistente contrasta demasiado con el tuyo. Entonces entro en un pozo de mentiras donde cada vez nos hundimos más. Estamos, en algún punto, esperando el choque contra el suelo pero parece que no llega ; y eso al mismo tiempo nos hace sentir que va a ser un golpe duro.
No hay culpables, sólo engaños y amores. Sólo deseo y locura que, cuando se juntan, ponen el mundo al revés.
¿Que va a ser de los dos cuando todo termine? Pensar que nuestras bocas no se van a hablar más me rompe el alma. ¿Cual es la necesidad de perder lo que nos hace bien?
Odio los finales porque acarrean nuevos comienzos y me asustan. Pensar en otros diferentes a vos, me aterra. Entablar lazos tan fuertes y perdurables como los nuestros... ¿Para qué? si sabemos que alguna tarde se rompen.
Pero ahora que nos tenemos, quereme. Cuidame ahora que somos unidos y disfrutá lo que construímos poco a poco.
Porque yo te quiero, te cuido y te disfruto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ellos dicen: